Tener la piel estupenda no es únicamente cuestión genética. Realmente, los hábitos que hacemos diariamente tienen una gran repercusión en el estado de nuestra piel.
Ojo, ten en cuenta que encontrarás infinidad de opiniones acerca de cómo debes cuidar tu piel, pero sabiendo que cada piel es un mundo, debes hacerlo personal y encontrar una rutina que se adapte a ti.
Una vez dicho esto, vamos a dejar una serie de pasos genéricos que sí o sí, debes incluir en tu rutina (siempre adaptando los productos a tu tipo piel)
Los tres pilares fundamentales son:

Simplemente con limpiar, exfoliar e hidratar notarás que tu piel está más suave, fina e incluso se reducirán tus imperfecciones. Estos pasos permitirán que la piel esté en las mejores condiciones posibles en el momento de recibir el tratamiento posterior y los nutrientes que necesita. Por lo tanto, convierte estos tres pasos en tu ritual diario de belleza.
Como consejo previo, te recomendamos aplicar los productos de cosmética en orden de consistencia, es decir, aplica primero productos más ligeros y termina por los más densos.
Centrémonos ahora en cómo debes realizar cada uno de los pasos:
- LIMPIEZA:
Este primer paso es el más básico e imprescindible en cualquier rutina.
Aunque a simple vista no lo veamos, al salir a la calle nos exponemos a factores contaminantes, suciedad, y muchos más agentes que debemos retirar. Al limpiar la piel dos veces al día (mañana y noche) evitarás que tus poros se obstruyan, lograrás una piel más luminosa y reducirás la aparición de acné.
Cuando vayas a buscar un limpiador, ten en cuenta tu tipo de piel para evitar que nazca una mala reacción y desencadene el efecto contrario a lo que buscamos.
Te dejamos a continuación, una pequeña tabla para que puedas descubrir qué tipo de piel se adapta mejor a ti y en base a ello ponerte manos a la obra para buscar un buen limpiador.

Para nosotros lo ideal es realizar una doble limpieza ¿Sabes lo que es? Si no es así, accede a este enlace donde te lo explicamos al detalle!
- EXFOLIACIÓN:
La exfoliación no es otra cosa que retirar de nuestra piel células muertas y limpiar poros e impurezas. Esto va a favorecer a una regeneración celular y permitirá una mayor penetración de los tratamientos que apliquemos después.
¿Cómo se hace?
Es muy sencillo. Únicamente:
- Humedece la piel con un poco de agua
- Aplica el producto y haz masajes circulares por todo el rostro
- Evita el contorno de los ojos (es la parte más fina y sensible)
- Retira el producto con agua tibia
Y “ Et voila” , una piel radiante en pocos minutos.
Eso sí, este paso no se puede realizar todos los días. Debes dar un espacio de tiempo para que se produzca esta regeneración celular por lo que te recomendamos empezar exfoliando tu rostro cada dos semanas, y en caso de ser necesario, bajar a una vez por semana.
Su función principal como su propio nombre indica es la de hidratar y suavizar la piel.
Debes saber que la piel pierde naturalmente su capacidad para retener el agua a medida que envejecemos, es por ello que dependiendo de la edad necesitamos unos productos u otros. Esta cremita es la que nos ayuda a prevenir esta pérdida de hidratación.
Como sucede con los limpiadores, una misma crema hidratante no sirve para todo tipo de pieles, lo bueno es que prácticamente todas las marcas tienen cremas para cada tipo de piel, así que no te preocupes busca la que se adapte a ti y a disfrutar de ella.
DIFERENCIA ENTRE CREMAS DE DÍA Y CREMAS DE NOCHE:
Las cremas que nos ponemos por la mañana están preparadas para protegernos de todos los agentes externos que puedan ser dañinos para nuestra piel como antioxidantes o protector solar. Generalmente, con una consistencia ligera para que su aplicación sea más cómoda. En cambio, las cremas de noche están más enfocadas a reparar cualquier daño que pueda haber surgido, son más intensivas a nivel tratamiento reparador para tu piel. Ya sea regenerante, anti manchas etc. Suelen tener una textura más densa.
Estos tres pasos los podemos combinar con tónicos y sueros. Dependiendo de lo que tu piel te pida en cada momento, te dejamos varias opciones de ingredientes, independientemente de lo que decidas, para tener en casa y poder combinar según necesidades:
- Ácido hialurónico para sellar la hidratación y fortalecer la función de barrera (la capa superior de la piel) para evitar la pérdida de humedad.
- Vitamina C para ayudar a iluminar la piel apagada y disminuir las manchas oscuras con el uso continuo.
- Retinol, vitamina B3, péptidos para estimular la producción de colágeno y elastina, proteínas del organismo que ayudan a prevenir las líneas de expresión y la flacidez de la piel.
- Azufre coloidal, niacinamida para calmar el enrojecimiento y la irritación al disminuir la inflamación y mejorar el acné con sus efectos antimicrobianos.
Para terminar te queremos pedir que seas paciente…
Con esto queremos decirte que nada es milagroso. No puedes pretender lograr resultados de la noche a la mañana, pero siendo constante y cumpliendo mañana y noche, la diferencia será notable en poco más de un mes.
Es cierto que, tras una piel limpia exfoliada e hidratada su suavidad es palpable al instante. En nuestra sección de cosmética podrás encontrar una gran selección de las mejores marcas de cosmética.
¿Probarás ahora esta mini rutina que hemos creado para ti? ¿Qué te ha parecido? ¡Te leemos!
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